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Cultmoviez: cuando la piratería es cultura

  • Writer: Alfonso Muñoz
    Alfonso Muñoz
  • May 11, 2022
  • 4 min read

Updated: May 24, 2022



Hace algunos años (calculo hace 6 años) el mundo cinéfilo estuvo de luto. Cayó uno de los sitios de streaming y descarga de cine más queridos de internet: Cultmoviez. ¿Qué lo hacía tan especial? No tenía el renombre de Cuevana porque su perfil no era el de piratear los estrenos más esperados ni las series más buscadas, sino algo que nadie más ha sustituido a cabalidad hasta ahora: cine de culto subtitulado en español.


No quiero entrar en la eterna discusión de piratería vs pagado. Estoy convencido de que cada quien es libre de decidir qué y cómo consume; sé que para mantener la industria y remunerar a los creadores es necesario pagar por sus productos, pero tampoco podemos dejar de lado que en ocasiones no existe algún medio legal para acceder a propuestas más independientes o de diversas latitudes y épocas.


No niego que en las diversas plataformas de streaming actuales hay grandes producciones que son parte de la historia de la cultura de la humanidad, pero el gran público lo consume muy poco. Ley de la oferta y la demanda. Netflix podrá tener miles de producciones, pero muy, y recalco: MUUUUY pocas pueden encajar en la categoría de cine de culto. Creo que la plataforma más comprometida con acercarnos a ese tipo de cine podría ser HBO Max con un repertorio decente de clásicos.


Y antes de que se arranquen cabello de las sienes porque no los he mencionado, allá voy... Sí, conozco Mubi, plataforma de video on demand enfocada en el cine de culto y alternativo, pero su oferta es extremadamente limitada; inicialmente, sólo tenías acceso a 30 películas que cada día se renovaban (en fila india, salía la que había entrado hace un mes para dar paso a otra nueva), pero hace poco tuve oportunidad de entrar a la plataforma y darme cuenta que además de las 30 recomendaciones (como ahora las llaman), algunas producciones específicas de algunos directores permanecían en el sitio por un tiempo indeterminado. Y aún así, no llega a los talones de lo que fue Cultmoviez. Filmin Latino, también la conozco, pero sucede lo mismo que con Mubi: mucha pretensión, poca personalidad y catálogo interesante pero muy limitado.


Sé que es injusto comparar los sitios que pagan por las licencias de los productos audiovisuales contra los portales piratas que tienen un mundo de posibilidades sin tener que pagar por contratos. ¡Pero es que... de verdad, quien conocía Cultmoviez se enamoraba! Ofrecía cine clásico, contemporáneo, animación, westerns, clase B, sagas premiadas, ganadoras del Oscar, cine europeo, coreano, japonés, terror, contemplativo y, por si aún no estás salivando... ¡también había películas que habían sido prohibidas, de explotación o grotescas como Pink Flamingos!


¡Cientos y cientos de películas, algunas de ellas que no encontrabas en ningún otro lugar (pirata o legal)! Un verdadero festín para la mente. ¡Entrar en Cultmoviez era como un plantío de amapola para un cinéfilo! ¿Querías ver algo de David Cronenberg? Ahí lo tenías. ¿La saga de Star Wars o Volver al futuro? También. Hayao Miyazaki, Quentin Tarantino, Michael Haneke, Luis Buñuel, John Waters, Andrei Tarkovsky, Alfred Hitchcock y cualquier autor de cine de arte que se te ocurra. ¿Tenías ganas de algo grotesco como Bad Taste, Gummo, Cannibal Holocaust? Check. Asimismo la animación del estudio Ghibli y un largo etcétera.


Freaks (1932)

¿Qué más puedo agregar? Sólo compartirles un hermoso recuerdo de un momento que todavía tengo en mi mente: hice mi ritual de siempre que era abrir una de sus numerosas páginas al azar y escoger alguna película de ahí. Ahí estaba, emocionado como niño en juguetería; mis ojos fueron atraídos por una portada que me escogió para verla: Freaks (1932). Me recosté y me maravillé con cada minuto del filme; aquello era como droga pura, miles de posibilidades que esa fábrica de fantasías tenía para mí en cada una de las cintas que alimentaban el catálogo de Cultmoviez y la mente de miles de cinéfilos como yo.


Actualmente sólo sobrevive su página de Facebook, a la cual les invito a visitar para que tengan una idea de las joyas que podían encontrar ahí. ¿Pero por qué desapareció entonces de la red? La versión oficial de su creador fue el costo de los servidores y la falta de sustentabilidad (aunque algunas frases velan que podía deberse a la persecución que este tipo de sitios y sus creadores). Algunos han intentado repetir la hazaña —como el caso de Zoowoman, con persecución legal incluida—, pero con poco éxito.


¿Qué nos queda? Consumir lo poco que nos ofrecen las plataformas de streaming en cuestión de cine de culto, repartidas en distintas suscripciones, o el camino de la piratería porque, queridos amigos, hay filmes que no están a nuestro alcance de forma legal y son parte de la cultura. ¿Soy un promotor de la piratería? De ningún modo, pero sí un defensor de la cultura y el cine es más que eso: son experiencias, vivencias, recuerdos, una forma de concebir el mundo caótico que nos rodea y, por encima de todo, parte de nuestra esencia, de lo que nos hace humanos. Y eso, lectores de +Mi lista, va más allá de cualquier marca.


Les dejo la captura del último mensaje publicado hasta ahora por Cultmoviez en Facebook donde, si entran desde la aplicación, podrán leer el infinito amor de quienes tuvimos la fortuna de zambullirnos en su vasto catálogo (en cantidad y, sobre todo, calidad). Imposible no derramar una lágrima por lo que tuvimos y que, por desgracia, tal vez nunca regresará:





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